Por no ser muy conocido, pues en México se le ha dado poca publicidad, reproducimos un documento que tuvo para Porfirizo Díaz insospechada trascendencia. se trata de la histórica entrevista que el periodista estadounidense Creelman tuvo con el dictador Díaz y que fue publicada en el Pearson ´ s -magazine, de Nueva York, en marzo de 1908. dice así:
es una equivocación suponer que el futuro de la democracia en México haya peligrado por la permanencia de un hombre en el poder en funciones de presidente, durante un largo periodo de tiempo-dijo con calma-. puedo decir con toda sinceridad que el ejercicio del poder no ha corrompido mis ideales políticos y que creo que al democracia es el único principio de un gobierno justo y verdadero, aunque en la practica colo sea posible para los pueblos suficientemente desarrollados- dijo el general Díaz.
Puedo abandonar la presidencia de México sin el menor temor -agrego-; pero no dejare de servir a mi país mientras viva.
-¿sabéis que en los estados unidos estamos agitados con la cuestión de elegir al presidente para un tercer periodo?
si, si; lo sé -replico- es un sentimiento natural en pueblos demócratas que sus gobernantes se alternen con frecuencia. estoy conforme con ese sentimiento.
Pareciéndome difícil comprender que estaba escuchando a un militar que ha gobernado a una república sin interrumpido por mas de un cuarto de siglo con una autoridad personal desconocida aun para los monarcas. sin embargo, hablaba con un ademan sencillo y convencido como el del hombre que se siente grande y seguro sin necesidad de hipocresía.
es verdad que cuando un hombre ha ocupado el poder por largo tiempo, lo probable es que se sienta inclinado a empezarlo a considerar como de su propiedad persona, y es bueno que un pueblo libre se ponga en guardia hacia las tendencias de la ambición individual.
Sin embargo hay que advertir que las teorías abstractas de la democracia y a efectiva y practica aplicación de las mismas, necesariamente y con frecuencia son diferentes; esto es, cuando se mira a la sustancia mas bien que a la mera forma.
Yo no veo ninguna razón fundada por la que el presidente Roosvelt no pueda ser electo de nuevo, si una mayoría del pueblo americano desea que continué en el gobierno. creo que el ha pensado mas en su patria que en si mismo; he hecho y esta haciendo una grande obra para los Estados Unidos, una obra que hará, ya sea que siga en el gobierno o no, que sea recordando en la historia como uno de los mas grandes presidentes. considerando a los "trusts" como un poder grande y positivo en los Estados Unidos y el presidente Roosevelt ha tenido el valor y el patriotismo de desafiarlos. la humanidad comprende comprende la significación de esta actitud y su influencia sobre el futuro Roosevelt es considerado por el mundo como un estadista cuyas victorias han sido morales.
A mi juicio la lucha para restringir el poder de los "trusts" e impedir que opriman al pueblo de los Estados Unidos, marca uno de los mas significativos e importante periodos de vuestras historia. Mr. Roosevelt se ha enfrentado a esta crisis como un gran hombre.
No cabe duda que Mr. Roosevelt es un hombre fuerte y puro, un patriota que ha comprendido y ama a su país. El temor americano por un tercer periodo me parece por lo mismo que no tiene razón de ser. No puede haber cuestión de principios en esta materia, sin una mayoría del pueblo de los Estados Unidos aprueba su política y desea que continué su obra. Esta es la cuestión real y vital: que una mayoría del pueblo lo necesite y desee que continué en el gobierno.
Aquí, en México, hemos tenido condiciones muy diferentes. Yo recibí el gobierno de manos de un ejercito victorioso en un tiempo en que el pueblo estaba dividido y poco preparado para el ejercicio de los extremos principios del gobierno democrático. Haber arrojado sobre las masas desde luego toda la responsabilidad del gobierno, habría producido condiciones que hubieran quizá desacreditado la causa de las instituciones libres.
Aunque en un principio obtuve el poder del ejercito, tan pronto como me fue posible se efectuó una elección y entonces mi autoridad me vino del pueblo, He tratado de dejar la presidencia varias veces: pero se ha ejercido presión sobre mi para no hacerlo y he permanecido en el gobierno por el bien de la nación que me ha entregado su confianza. El hecho de que el precio de los valores mexicanos bajara once puntos cuando estuve enfermo en Cuernavaca, indica la clase de prueba que me persuadió a vencer mi inclinación personal para retirarme a la vida privada.
Hemos conservado la forma republicana y democracia del gobierno. Hemos preservado la teoría conservándola intacta. Sin embargo hemos adoptado una política patriarcal en la actual administración de los negocios de la nación, guiando y restringiendo las tendencias populares, con una fe completa en que una paz forzada permitiría la educación y a la industria y al comercio desarrollar elementos de estabilidad y unidad en el pueblo que es por naturaleza inteligente y sensible.
He esperado pacientemente el día en que el pueblo de la República Mexicana estuviera preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas y sin daño para el crédito y el progreso nacional. ¡creo que ese día a llegado ya!
- comúnmente se asegura que las verdaderas instituciones democráticas son imposibles en los pueblos que no tienen clase media- dije
El presidente Díaz se volvió hacia mi dirigiéndome una penetrante mirada e inclino la cabeza.
Es verdad -repuso- México tiene ahora una clase media; pero no la tenia antes. la clase media es un elemento activa de la sociedad, aquí y en todas partes.
Los ricos se preocupan demasiado de sus riquezas y sus dignidades para poder ser útiles al avance del bienestar genera. sus hijos no se esfuerzan mucho en mejorar su educación o carácter.
por otra parte, la clase menesterosa es, por regla general, demasiado ignorante para desarrollar su poder.
La democracia dependerá, para su desarrollo, de los esfuerzos de la clase media activa, trabajadora, amante del adelanto, la cual proviene en su mayor parte de la clase menesterosa y en menor escala la rica; es la sale media la que se ocupa de la política y promueve el adelanto general.
En otros tiempos no teníamos clase media en México por que la inteligencia y energías del pueblo estaban completamente absorbidas en la política y en la guerra. la tiranía y el desgobierno de España habían desorganizado a la sociedad. las actividades productoras de la nación fueron abandonadas por las luchas sucesivas; había una general confusión ; ni la vida ni la propiedad estaban a salvo, y en semejantes condiciones no podía aparecer una clase media.
-General Díaz- interrumpí- habéis tenido una experiencia sin precedentes en la historia de las repúblicas. por treinta años los destinos de esta nación se han encontrado en vuestras manos para amoldarlos a vuestra voluntad: pero los hombres mueren mientras las naciones perduran. ¿ pensáis que México puede seguir viviendo en paz como república? ¿estas satisfecho de que su futuro este asegurado bajo instituciones libres?
Valía la pena haber viajado desde Nueva York al castillo de Chapultepec para contemplar la faz del héroe en este momento. Fuerza, patriotismo, espíritu guerrero y profético parecieron brillar de pronto en sus oscuros ojos.
El futuro de México esta asegurado -dijo con voz clara-. los principios democráticos temo que no se hayan enraizado aun en nuestro pueblo; pero la nación se ha desarrollado y llama a la libertad. la dificultad consiste en que el pueblo no se preocupa suficientemente acerca de los asuntos públicos relativos a una democracia. el mexicano, por regla general, piensa mucho en sus derechos y siempre eta listo para reclamarlos; pero no piensa lo mismo de los derechos de los demás. reclama sus privilegios; pero no no se preocupa de sus deberes. La capacidad para restringir sus pasiones es la base del gobierno democrático y esa capacidad es posible solo en aquellos que reconocen el derecho de los demás
Los indígenas, que forman mas de la mitad de nuestra población, se ocupan poco de la política. están acostumbrados a dejarse guiar por los que ejercen la autoridad en ve de pensar en si mismo. es esta una tendencia que heredaron de los españoles, quienes les enseñaron a no mezclarse en los negocios públicos, confiando su revolución al gobierno de quien lo esperan todo.
Sin embargo, creo firmemente que los principios de la democracia se han desarrollado y se desarrollaran mas aun en México.
-Pero no tenéis partido alguno de oposición en la República, señor presidente ¿como pueden florecer las instituciones libres cando no ha oposición que contraria a la mayoría o al partido que gobierna?
Es verdad que no hay aquí ningún partido de oposición. tengo tantos amigos en la república, que mis enemigos parecen no querer significarse con tan pequeña minoría. aprecio en lo que vale la bondad de mis amigos y la confianza de mi país; pero tan absoluta confianza me impone responsabilidades y deberes que cada día me abruman mas.
Cualquiera que sean las opiniones de mis amigos y partidarios, me retirare del poder al terminar mi actual periodo de gobierno, y no serviré de nuevo. cuando esto suceda tendré ochenta años de edad.
Mi país ha sido bondadoso, confiado en mi. mis amigos han alabado mis méritos y disculpado mis faltas; pero seguramente no querrán ser tan generosos con mi sucesor, quien podrá necesitar mi consejo y ayuda, por lo cual deseo vivir todavía cuando entre al gobierno, para poderlo ayudar,
Cruzo sus brazos sobre su robusto pecho y agrego con gran énfasis.
Daré bienvenida a un partido de oposición en la república mexicana, si aparece sera como una bendición, no como un mal, y si puede desarrollar el poder, no para explicar, sino para gobernar, estaré a su lado, lo ayudare, lo aconsejare y me olvidare de mi mismo en la feliz inauguración de un gobierno completamente democrático para mi patria.
Es suficiente para mi haber visto a México levantarse entre las naciones útiles y pacificas. no tengo el menor deseo de continuar en la presidencia; esta nación esta, al fin, lista para la vida de libertad. a la edad de setenta y siete años estoy satisfecho con mi robusta salud, la cual ni la ley ni la fuerza pueden crear. no la cambiaría ni por todos los millones de vuestro rey del petroleo.
Los ferrocarriles han tenido una parte importante en la pacificación de México-continuo-, cuando fui electo presidente la primera vez, solo había dos pequeñas lineas que unían la capital de la república con Veracruz, y otra que estaba en construcción, rumbo a Queretaro. ahora contamos con 19 000 millas de buenas vías. por aquel entonces, teníamos un costoso y lento servicio postal que era conducido en las zagas de los coches, y al hacer su trayecto entre México y Puebla, era detenido en el camino dos y tres veces, con objeto de robar los salteadores a los pasajeros. en la actualidad nuestro servicio de correos es barato, rápido y extendido a través de todo el país. contando con mas de dos mil doscientas administraciones y agencias.
Los telégrafos eran en aquel tiempo deficientes; ahora tenemos en activo 45 000 millas de hilos telegráficos.
Comenzamos por hacer que los salteadores fueran condenados a muerte y que la ejecución se llevara a cabo pocas horas después de haber sido aprehendidos y condenados. ordenamos que donde quiera que los alambres telegráficos fuesen cortados y el jefe de oficina del distrito respectivo no diera con el criminal, sufriera una pena, y en el caso de que el corte de alambre ocurriera en una plantación cuyo propietario no pudiera impedirlo, fuera el mismo colgado en el poste mas próximo. recuerdo que estas fueron ordenes militares.
Fuimos muy duros, algunas veces hasta llegar a la crueldad, pero todo esto fue entonces necesario para la vida y progreso de la nación; si hubo crueldades, los resultados la han justificado.
Las ventanillas de la nariz estaban dilatadas, y temblorosas; la boca era una linea casi recta.
Fue mejor derramar un poco de sangre para salvar mucha. la derramada era mala sangre; la que se salvo buena.
La paz, aun paz forzada, era necesaria para que la nación tuviera tiempo de reflexionar y trabajar. la educación y la industria han terminado la tarea comenzada por el ejercito.
-¿y que consideráis de mas fuerza para la paz: el ejercito o la escuela?
-pregunte
La faz del soldado se ruborizo ligeramente y levanto un poco su esplendida cabeza blanca.
¿ habláis del tiempo actual?
-si
La escuela,. no puede haber en esto duda. yo deseo ver la educación impartida por el gobierno nacional a través de toda la república y espero lograrlo antes de morir. es importante que todos los ciudadanos de una república reciban idéntica educación, para que sus métodos e ideales puedan armonizarse y se intensifique así la unidad nacional. cuando los hombres leen, y piensan lo mismo, están mas inclinados a obrar del mismo modo.
-¿y pensáis que la basta población indígena de México es capaz de un alto grado de desarrollo?
Así lo creo. los indígenas son dóciles y agradecidos todos ellos, con excepción de los yaquis y una parte de los mayas. conservan tradiciones propias de su antigua civilización y esa raza nos ha dado abogados, ingenieros, médicos, oficiales del ejercito y otros profesionales.
Sobre la ciudad flotaba a lo lejos el humo de las chimeneas de varias fabricas.
-Es mejor que el humo del cañón-dije, señalándolo-, si-replico- y sin embargo, hay veces en que el humo del cañón no es tan malo. los proletarios de mi país se levantaron para ayudarme; pero no puedo olvidar lo que han hecho por mi mis camaradas en el ejercito, y sus hijos.
los ojos del veterano estaban humedecidos por las lagrimas.
-Eso-dije apuntando a la plaza de toros cercana al castillo. es lo único que sobrevive de España en lo que puede verse este panorama.
No habéis visto las casa de empeño -exclamo-; España nos trajo sus casas de empeño, así como sus plazas de toros.
El General Díaz hablo después en términos generales sobre la situación de los estados y emitió algunos conceptos sobre la Doctrina Monroe; y luego continuo en el siguiente sentido la entrevista.
Los hombres son mas o menos lo mismo en todo el mundo, dijo. las naciones son como los individuos; deben ser estudiados y conocidos los movimientos de su acción. un gobierno justo significa simplemente las ambiciones de un pueblo, expresadas en forma practica.
Todo esto nos trae un estudio del individuo. lo mismo pasa en todos los países; el individuo que ayuda a su gobierno en la paz o en la guerra tiene siempre algún móvil personal: su ambición. el principio del verdadero gobernante consiste en descubrir ese móvil, y el estadista experimentado debe procurar no extinguir, sino regular la ambición individual. he procurado seguir esta regla aplicándola a mis compatriotas, que forman un pueblo naturalmente sensible y caballeresco dejándose guiar las mas veces por el corazón que por la cabeza. he tratado de averiguar la ambición de los individuos. si en su culto a dios, el hombre espera alguna recompensa ¿como puede un gobierno humano tratar de encontrar en sus unidades algo mas desinteresado?
En mi juventud he tenido una dura experiencia que me ha enseñado muchas cosas. cuando mandaba yo en dos compañías de soldados hubo un tiempo en que durante seis meses no recibí indicaciones, instrucciones ni ayuda de mi gobierno, por lo cual me vi obligado a pensar por mi y a convertirme en Gobierno. desde entonces encontré a los hombres como todavía los encuentro. creí en aquel tiempo en los principios democráticos y creo aun en ellos, aunque las condiciones me han compelido a usar severas medidas para conservar la paz y el desarrollo que debe necesariamente proceder al libre gobierno. meras teorías políticas jamas crearan una nación libre.
La experiencia me ha convencido de que un gobierno progresista debe tratar de satisfacer la ambición individual tanto como sea posible; pero de que al mismo tiempo debe poseer un extinguidor para usarlo sabia y firmemente cuando la ambición individual arda con demasiada viveza en peligro del bienestar nacional.